Franziska Achterberg, Save Our Seeds
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A medida que la biotecnología alcanza capacidades cada vez mayores para «rediseñar» la naturaleza, algunos quieren convertir el CDB en un lugar para la promoción y no la regulación de la biotecnología. Las Partes en el Convenio no pueden permitirlo, advierte la ONG alemana Save Our Seeds.
Cuando se redactó por primera vez el CDB, la biotecnología se consideraba -con razón- una amenaza para la biodiversidad y su uso sostenible. El texto del Convenio se centra en los riesgos derivados del uso y la liberación de organismos genéticamente modificados, aunque también habla de compartir los «resultados y beneficios derivados de las biotecnologías» cuando se basan en recursos genéticos de países en desarrollo.
Si avanzamos hasta 2024, la situación es muy diferente. En el contexto del CDB, cada vez se habla más de los beneficios potenciales de la biotecnología, en detrimento del enfoque de precaución consagrado en el Convenio.
Esto ocurre en un momento en que la biotecnología es cada vez más poderosa. Los organismos ya no son sólo «modificados genéticamente», sino cada vez más «nuevos en la naturaleza». El CDB utiliza el término «biología sintética» para referirse al «desarrollo ulterior y la nueva dimensión de la biotecnología moderna» basada en herramientas como la síntesis de ADN, la secuenciación de nueva generación, la bioinformática y la edición del genoma.
Las herramientas de la biología sintética se utilizan desde hace tiempo para diseñar microbios que produzcan productos farmacéuticos o ingredientes alimentarios en instalaciones confinadas. Sin embargo, las aplicaciones más recientes son también para su uso en entornos abiertos, como los microbios diseñados para apoyar la absorción de fertilizantes en los cultivos.
Un grupo multidisciplinar de expertos (mAHTEG) del CDB ha estudiado aspectos como la «integración de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático», las «vacunas autopropagables para la fauna salvaje» y los «impulsores genéticos de ingeniería para controlar las enfermedades transmitidas por vectores y las especies invasoras» (Documento CBD/SYNBIO/AHTEG/2024/1/3). El objetivo del grupo de expertos era mirar hacia el futuro e informar a las Partes del CDB sobre lo que está por venir. Pero el futuro ya está aquí. La inteligencia artificial se está aplicando rápidamente a la ingeniería de microbios y proteínas, y ya se han liberado insectos «autolimitadores» en lugares como Brasil y Estados Unidos. La liberación experimental de mosquitos impulsores genéticos, prevista inicialmente para 2024, sigue su curso en Uganda y otros países africanos.
Estas formas extremas de ingeniería genética representan una nueva dimensión del riesgo medioambiental. Los impulsores genéticos, por ejemplo, pretenden alterar o exterminar poblaciones enteras de especies salvajes, lo que puede provocar daños irreversibles incluso más allá del país de liberación. El principio de precaución, consagrado en el CDB hace más de 30 años, nunca ha sido tan valioso e indispensable para la protección de la naturaleza y las personas.
Pero un puñado de Partes, como Brasil y el Reino Unido, se empeñan en bloquear cualquier evaluación en profundidad de las cuestiones consideradas por el grupo de expertos. En su lugar, afirman que el CDB debería estudiar los posibles impactos positivos y beneficios que la biología sintética puede aportar a la consecución del KMGBF.
Los intereses biotecnológicos también están presentes en otras líneas de trabajo del CDB. Un borrador sobre conservación de plantas (CRP 1) propone «apoyar la investigación y el desarrollo... para aumentar los beneficios derivados del uso de biotecnologías seguras». Otro borrador sobre biodiversidad y salud (CRP 6) quiere «promover el reparto de los beneficios para la salud derivados de los avances biotecnológicos».
Por suerte, no todas las Partes están ciegas ante los problemas potenciales derivados de la ingeniería genética y una propuesta de documento oficioso sobre biología sintética sigue siendo muy controvertida. Esperemos que prevalezca la razón y el CDB no sólo siga advirtiendo contra los resultados negativos, sino que consiga regular eficazmente estas poderosas tecnologías.
Más información : www.stop-genedrives.eu